El compostaje, tanto industrial como doméstico, ofrece importantes beneficios ambientales, sociales y económicos. Ambientalmente, cierra el ciclo de la materia orgánica, recicla recursos naturales y reduce la cantidad de residuos sólidos urbanos destinados a vertederos e incineración, evitando la contaminación por lixiviados y emisiones. El compost resultante mejora la fertilidad del suelo sin químicos dañinos, siendo un fertilizante natural y protector contra la erosión, ideal para jardines y parques municipales.
En cuanto al compostaje doméstico, su calidad es superior al industrial, ya que la selección de residuos es más cuidadosa y controlada por el propio usuario, eliminando la necesidad de transporte y reduciendo así las emisiones de los camiones de basura.
Socialmente, fomenta la educación ambiental y la participación ciudadana, promoviendo la responsabilidad individual, la concienciación sobre los residuos y valores como el respeto y el trabajo en equipo. Además, abre la puerta a otras campañas medioambientales y de sostenibilidad.
Económicamente, la implantación del compostaje doméstico y comunitario en un municipio permite un importante ahorro al reducirse los costos de transporte y gestión de los residuos orgánicos, siempre que se aplique de forma amplia entre la ciudadanía.
